Ottawa, 27 ago (PL) Tras varias rondas de conversaciones, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo sobre el Tlcan, que allana el camino a Canadá para su regreso a las pláticas en busca de un entendimiento final.
El tercer país firmante del pacto vigente desde 1994, permaneció al margen de los contactos hasta tanto Estados Unidos y México intentaran superar sus diferencias, aunque algunos observadores sugirieron que Canadá fue puesta a un lado deliberadamente.
No obstante, el Gobierno federal expresó que consideraba que el reciente anuncio constituye una señal positiva. «Canadá se siente alentado por el continuo optimismo mostrado por nuestros socios negociadores», indicó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Adam Austen, a CTV News en un correo electrónico.
Señaló que Ottawa permanece «en contacto regular» con Estados Unidos y México sobre los temas vinculados al Tlcan y advirtió que solo firmará un nuevo pacto que sea «bueno para Canadá y para la clase media».
Un artículo que circula en el diario local The Globe and Mail, explica que las principales autoridades estadounidenses y mexicanas realizaron una sesión maratónica en Washington D.C. en la que convinieron cuestiones relacionadas con el sector automotor y otros asuntos bilaterales.
Sin embargo, varios tópicos importantes quedaban sin resolver, entre los que pendían, por ejemplo, la exigencia de la Casa Blanca de insertar una cláusula de caducidad que terminaría automáticamente el acuerdo en cinco años.
Todos esos puntos requieren que Ottawa retorne a la mesa de negociaciones, subrayó el periódico.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, conversó por teléfono este lunes con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para instarlo a su «reincorporación al proceso, con la finalidad de concluir una negociación trilateral esta misma semana», reflejan despachos de prensa.
La esperanza es concretar un acuerdo completo que dé la posibilidad a Peña Nieto de rubricar el nuevo Tlcan antes de dejar el cargo el próximo 1 de diciembre. Eso sin contar con la oposición que podría surgir dentro del Congreso estadounidense previo a la eventual aprobación.
El periodo de renegociación del Tlcan comenzó hace un año, tras la exigencia del presidente Donald Trump a sus socios de revisarlo o de lo contrario se retiraría del arreglo tripartito.
Para el mandatario republicano, el Tlcan fue el peor pacto firmado nunca por Estados Unidos, pues solo benefició a México y Canadá.
De hecho, afirmó que iba a deshacerse del nombre Nafta porque tiene una «mala connotación» en su país. «Estados Unidos fue muy perjudicado», apuntó.
Esta mañana, Trump escribió en su cuenta en Twitter: ¡Un gran acuerdo pinta bien con México! ¡Un gran acuerdo parece bueno con México!, en referencia a los avances recientes.
Después celebró desde su despacho en la Casa Blanca que es «un gran día para el comercio. Un gran día para nuestro país», mientras, «veremos si Canadá puede ser parte del trato».
El gobernante sugirió abordar los aranceles canadienses sobre los productos lácteos estadounidenses como tema clave para los negociadores de Washington, de lo contrario -alertó- apuntaría al sector automotor del vecino en represalia.
«Lo más fácil que podemos hacer es tarifar la entrada de sus automóviles (de Canadá). Es una negociación muy simple. Podría terminar en un día», según Trump.